No Cuentes los Días, Haz que los Días Cuenten

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jueves, 3 de marzo de 2016

El Sol Siempre Sale...

100 días. Ese es el tiempo que se supone voy a tardar en recuperarme sólo de la última sesión de quimio junto con el autotrasplante de médula. Y ésto es únicamente para que el cuerpo vuelva a cierta normalidad, a la normalidad previa al anterior TASPE, o a la normalidad previa a a Diciembre...pero aunque sea una quimera voy a trabajar para que en vez de 100 sean 80 ó 75 días por ejemplo. Mi enemigo, el puñetero Sarcoma de Ewing no se ha rendido por lo que yo sigo en lucha, con el hacha de guerra en la mano. Sin ceder un mísero metro a esta enfermedad que esta última vez me ha tenido 25 días en una habitación de hospital, aislado, sin comer durante 20 días, sin moverme de la cama y los últimos 5 con mascarilla de oxígeno pues mi médula al parecer no estaba lo suficientemente dañada después de las altas dosis de quimioterapia y tras el autotrasplante creó más células sanguíneas de las esperadas y las pasó a los pulmones, los cuales se llenaron de líquido y no me permitían respirar bien. También se unió el hecho de que al colocarme la vía subclávia se rompió un poco de vena y goteaba sangre ¿a dónde? al pulmón nuevamente. Es decir, que casi un año después de que me diera el penterre he estado más jodido que Pirri


Total que aún me estoy recuperando de cierta presión pulmonar, de los efectos de la quimioterapia con sus diarreas, sus náuseas, etc, etc...etc y de adelgazar otros 5 kg.
Así es que como esas tenemos, seguiré sin pasarle ni una al Cáncer. 
Como todo lo que puedo y bien, subo y bajo cuestas todas las que puedo, para aliviar presión del líquido pulmonar y regenerar mi cuerpo pues me he quedado sin chichas. Al principio como si subiera al Everest sin oxígeno pero cada vez con mejores sensaciones y  metiéndome poco a poco mayor ritmo. El que quiere algo, algo le cuesta. Sentado no me voy a quedar. Voy a disfrutar de todo el tiempo que pueda, haga frío, calor o llueva, en la cama de un hospital las horas son días y los días son semanas, dónde el aire es ficticio y no se siente el olor a tierra mojada, ni el sol se pone delante ni te crea tu propia sombra. Tengo 70-80-90, 100 días para recuperarme por si hay que seguir con algún tratamiento cabrón para liquidarse a otro cabrón más fuerte pero no invencible. Su fuerza es mi fuerza, no hay otro camino. Si él avanza para empujar se utiliza su inercia para zancadillearle las veces que sean necesarias. Es cuestión de supervivencia;

* 50% mentalidad

 *50% adaptación,

 Ojo, no dejarse arrastrar mar adentro por la resaca o poner la otra mejilla, sino acompañar a la ola y que ésta nos lleve otra vez a la plácida orilla, dónde están los chiriguitos, la cerveza fría y los balones de Nivea.




Siempre se dice que lo que no nos mata nos hace más fuertes...



...y de éso estoy seguro. Pero los últimos 25 días de hospital no han sido para nada un paseo triunfal ni para mi ni desde luego para mi familia. Verse cada día más demacrado, más puteado por el veneno,








 la piel negra que se me caía a cachos de las axilas, de la cadera y de las ingles...la fiebre, la saturación de oxígeno, la agonía de no poder respirar, el hambre, el paso eterno de las horas...la incertidumbre contínua...pero como digo siempre, siempre hay un pero, y la atención médica de todo el equipo por supuestísimo, pero sobretodo de la Dra Nerea y del Dr. Álvaro de Hematología que siempre me visitaban con suma atención, me comentaban como iba la cosa. El cuidado, el esmero y el cariño que nos han brindado todos los enfermeros y enfermeras, celadores y celadoras, Flor, Toño, Marina, Félix, Oscar y más que desconozco sus nombres pero que no me olvido de sus caras y de lo que hicieron estos días.
Y mención especial también para Gema por preocuparse por mi diariamente y por mostrarme su cariño casi sin conocerme y a Tamara también. Han hecho que aquellos días fueran lo más agradable posible y que la travesía por el desierto tuviera oasis de vez en cuando.

Ahora ni por mi, ni por mi familia, ni por todos ellos, ni por Javi y Chus, ni por todos mis amigos y compañeros que habeís estado  ahí, voy a parar de seguir luchando, ni de dar mi 200% cada segundo. No veo la Meta, pero sé que está ahi, debajo de todo este lodo y fango.
 ¡Sigo en pie Sarcoma! Asiq Voy a seguir cavando.... y voy decidido a por tí



PD: Gracias Compañeros Bomberos del Ayto Salamanca por vuestro Apoyo y vuestra Fuerza me habéis emocionao una barbaridad...os debo una