Encontrarte con ésto, vivirlo in situ, puerta con puerta de habitación, y seguir con tu positivismo es complicado, vaya si lo es, es duro, #
Pero la Rueda de la Vida sigue girando y nadie dijo que ésto fuera un caminito de rosas en el que de vez en cuando vomitas o se te cae el pelo de las axilas.
Por lo tanto, toca sacar pecho, levantar la cabeza para mirar de frente y seguir terco una vez más y dando un paso más tozudo que el anterior. Como un búfalo atado con una soga que quiere avanzar cueste lo que cueste hasta soltarse y arrollar la valla en libre estampida...
Aplicando la adaptación al medio que tenemos entre manos, a veces se nos presenta ante los ojos un suceso que hay asimilar y convertir en esa fuerza necesaria para incar la pezuña una vez más. Y no es otro que la entereza de aquellos que "tienen más barro que tú y encima les llega hasta el cuello" y siguen erre que erre, sin concesiones de ningún tipo.
Un ejemplo de ésto que digo, fue un chico que me encontré una mañana al hacerme los análisis previos a las sesiones de quimio que me iban a dar, y que apareció en silla de ruedas, con mascarilla y también sin pelo, vamos minusválido y con cáncer por si una desgracia no fuera suficiente, pero con más entereza y con la cabeza más alta que cualquiera de los que, con cara quejumbrosa iban o estaban en el mismo sitio. Echándole dos muy gordos al tema por no decir otra cosa.
Por lo cual, viendo este directo al mentón,
¿cómo no vas a arremangarte los brazos y luchar hasta que no te quede nada, hasta quedarte vacío y aún así por duro que se haga, no seguir tirando pa´lante con la pala?